por Jesús Ramón Girando y Julia Libman 

Se define la polifagia como el aumento patológico de la sensación de hambre y apetito que trae como consecuencia el exceso de la ingesta de nutrientes.

Fisiología y fisiopatología. La polifagia tiene su fundamento, probablemente, en un desequilibrio de los centros hipotalámicos de la saciedad y la alimentación (ver capítulos sobre Anorexia y Obesidad). En el caso de la polifagia que acompaña a la diabetes meilitus sin cetoacidosis, la disminución de la utilización de los hidratos de carbono ocasiona un estado de inanición hidrocarbonada y, por un mecanismo no del todo aclarado, se afectan los centros hipotalámicos, por lo cual se produce un aumento del deseo de comer. En este sentido es de interés recordar que existen receptores para la insulina en la zona ventromedial del hipotálamo, y que sería necesaria la presencia de dicha hormona para que la glucosa penetré en las células del centro de la saciedad.

Estudios experimentales sugieren que la beta endorfina, un péptido opioide, desempeña una función en el control del apetito, y que puede ser un factor que conduce a la polifagia, la sobrealimentación y la obesidad. Las pituitarias de ratas con obesidad genética contienen más endorfina. La naloxona, un antagonista de la beta endorfina, anula la polifagia en estos animales.

Causas de la polifagia. La polifagia puede ser secundaria a malos hábitos alimentarios, personales o familiares, afecciones psiquiátricas o estados de ansiedad, y a trastornos endocrinos como la diabetes y el hipertiroidísmo. En estos últimos dos casos se asocia con pérdida de peso, al igual que en algunos cuadros de mala absorción.

Interrogatorio y metodología de estudio. El interrogatorio debe evaluar los hábitos alimentarios, la personalidad del paciente y la existencia de manifestaciones clínicas concomitantes. La presencia de un bocio con un cuadro de hipermetabolismo, con o sin oftalmopatía, orienta la investigación hacia un mperiiraidismo. Una captación de i31í y la determinación de tifoxina (T4) y triyodotironina (T3) en plasma confirmarán el diagnóstico. La existencia de diarreas orienta a un cuadro de mala absorción, lo cual impone un estudio digestivo. La polifagia asociada a antecedentes familiares y/u obstétricos de diabetes, poliuria y poiidipsia, o signos de neuropatía o de enfermedad coronaria, indican una diabetes descompensada sin cetoacidosis. La glucemia elevada confirma el diagnostico.